Las hormigas son unos de los insectos con mayor variedad de alimentación entre las distintas especies que se engloban.
Podemos encontrarnos con especies que para alimentarse acechan a su presa para posteriormente atacar todas en manada.
Otras que forman enormes hileras para recolectar grano y almacenarlo en las galerías del hormiguero.
Carroñeras alimentándose de los restos que otros dejan. Etc...
Aparte de insectos, grano, carroña... También necesitan ingerir líquidos y sustancias dulces (glucosa), las cuales se les pueden proporcionar de diversas maneras.
Yo personalmente aconsejo una mezcla de agua y azúcar, la cual preparo echando aproximadamente dos cucharadas (pequeñas) de azúcar en un vaso de agua para después removerlo y conseguir así la disolución que después añadiremos en forma de gotitas a nuestras hormigas, para evitar ahogamientos en las especies más pequeñas.
Otra opción que al mismo tiempo da muy buenos resultados es el agua-miel, el nombre lo dice todo, solo que en lugar usar azúcar en este caso es miel.
Cabe destacar que en hormigas, el tema de la alimentación es todo muy relativo, y antes de adquirirlas el criador deberá informarse bien del alimento de la especie o especies que se dispone a mantener.